Académicos, diplomáticos, funcionarios, estudiantes y legisladores procedentes de América Latina y el Caribe, África, Asia y Europa, participantes en el Seminario Internacional sobre Diplomacia Parlamentaria, que sesionó el 18 y 19 de septiembre de 2024, en La Habana, Cuba, hemos debatido ampliamente sobre el papel de las y los parlamentarios en el fortalecimiento del Derecho Internacional, la promoción de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y la construcción de un mundo mejor, más justo, democrático y pacífico. También, sobre cómo podemos trabajar juntos de manera más eficaz, teniendo como fundamentos la solidaridad y la cooperación internacional, para enfrentar los desafíos contemporáneos más acuciantes.
Hemos reafirmado el respeto inquebrantable a los principios del Derecho Internacional, la promoción, la preservación y el fortalecimiento del multilateralismo, la necesidad de crear un orden mundial justo y equitativo; la impostergable democratización de las relaciones internacionales; y la importancia de promover y salvaguardar la paz y la seguridad internacionales, así como el arreglo de controversias por medios pacíficos.
También, intercambiamos sobre la búsqueda de soluciones teóricas, conceptuales y prácticas compartidas ante los desafíos al desarrollo global, teniendo como base responsabilidades comunes pero diferenciadas; eliminar la desigualdad y el hambre; garantizar la seguridad alimentaria en la consecución del desarrollo sostenible; enfrentar los retos del cambio climático para la sobrevivencia, el desarrollo humano y el planeta; así como acerca de los retos que afronta la diplomacia parlamentaria, el papel de la actividad parlamentaria en la promoción y protección de todos los derechos humanos, y la participación de la mujer en la diplomacia parlamentaria.
Las y los participantes en este Seminario ratificamos el valor del ejercicio de la diplomacia parlamentaria al servicio de la paz, el bienestar de nuestros pueblos, los derechos humanos y el desarrollo, al tiempo que llamamos a los parlamentarios y parlamentarias del mundo entero a abogar por el respeto absoluto a los asuntos internos de los Estados, a su soberanía e integridad territorial, así como por el fin de los bloqueos ilegales, el uso de la amenaza y el uso de la fuerza, las listas arbitrarias, las llamadas certificaciones y las medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional.