El Parlamento Latinoamericano se creó reconociendo que la integración regional era históricamente indispensable para asegurar a nuestros pueblos su libertad, su desarrollo y un legítimo protagonismo en el mundo a través de una Comunidad Latinoamericana de Naciones. Su constitución es, por tanto, el principal objetivo de todos los esfuerzos y actividades del PARLATINO.
La Comunidad Latinoamericana de Naciones se expresa, no como el resultado final de un proceso, sino como el inicio de una nueva etapa, fundamental y trascendente, en la Historia de América Latina, y, por su naturaleza, propósitos y proyecciones, representa los más caros anhelos de nuestras naciones, en términos del logro de la justicia, la paz y la confraternidad, en un escenario verdaderamente democrático y de respeto a los derechos humanos y a la naturaleza.
El Proyecto de la Comunidad Latinoamericana de Naciones plantea que “muchos analistas internacionales latinoamericanos han destacado el cambiante discurso del proceso de integración en América Latina, comparándolo al planteamiento político-histórico realizado en nuestro subcontinente y relacionándolo a la imperiosa necesidad de integrarnos globalmente”. En efecto, América Latina ha tenido siempre la inquietud de la integración como medio para enfrentar mejor su desarrollo y conquistar una posición de verdadero peso político. Ya en 1816 surgen las propuestas del “Tratado de Unión, Liga y Confederación Permanente”, inspirado en las ideas integracionistas del Libertador Simón Bolívar.
El Parlamento Latinoamericano, hoy modernizado en su estructura, com cambios significativos de conducción, com la ampliación del ámbito de acción política, y con una mejor representatividad y participación de sus representados, puede llegar a ser un elemento articulador de una estrategia para la integración, la cual debe tener a los Jefes de Estado de la región como sus principales actores.
En este orden, el Parlamento Latinoamericano ha señalado como camino eficiente para acelerar el proceso de integración, la necesidad en la estructuración de la “Comunidad Latinoamericana de Naciones” (CLAN). Esta idea central fue planteada por el Parlatino en la Reunión de Jefes de Estado y Cancilleres del Grupo de Río, efectuada en Cartagena de Indias, en diciembre de 1991. Posteriormente, en 1992, en la Conferencia del mismo Grupo celebrada en Buenos Aires, el Parlamento Latinoamericano expuso los fundamentos básicos para la creación de la CLAN y de ahí determinó comisionar a los Ministros de Relaciones Exteriores para valorar la iniciativa, com el fin de que en su Primera Reunión de octubre de 1993, en Santiago de Chile, se estudiaran proposiciones concretas al respecto.
En esa oportunidad se crea, por petición del Parlatino, el Grupo Técnico de Trabajo para estudiar la Comunidad Latinoamericana de Naciones. Posteriormente, en Quito, República del Ecuador, el Grupo de Río aprueba llevar la proposición a los Jefes de Estado en su próxima Reunión.
Como consecuencia de lo actuado en Cartagena en 1991, en la declaración correspondiente y en las posteriores de Buenos Aires (diciembre de 1992) y de Santiago de Chile (octubre de 1993), los Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río destacaron la necesidad de “considerar oportunamente la recomendación del Parlamento Latinoamericano con el fin de constituir la Comunidad Latinoamericana de Naciones con su Parlamento electo en forma directa”, resaltaron “la importancia de los trabajos e iniciativas del Parlamento Latinoamericano, al tomar con especial interés su propuesta sobre una , y decidieron instruir a sus Ministros de Relaciones Exteriores la evaluación conjunta durante 1993, de esa iniciativa, así como seguir estudiando esta propuesta, a cuyos efectos resolvió constituir un Grupo Técnico de Trabajo entre sus respectivas Cancillerías.
En desarrollo de este mandato, los coordinadores del Grupo, en su reunión de Santiago, remitieron, para consideración de los Cancilleres, la propuesta del Parlatino y éstos, en Santa Cruz de la Sierra, en el mes de abril de 1993, decidieron recomendar a los Jefes de Estado, estudiarla prioritariamente. La propuesta del Parlamento consistió en que ellos decidan crear la Comunidad con su Parlamento y la protocolicen en Acta Especial de Intención, definiendo su ideología y grandes objetivos.
Posteriormente, el Grupo Técnico de Trabajo del Grupo de Río se reunió en la Sede Permanente del Parlatino, en Sáo Paulo, Brasil, el 7 de noviembre de 1994. En esta ocasión se resolvió, según consta en actas, que “el Parlamento Latinoamericano redacte un borrador del ACTA DE INTENCIÓN CONSTITUTIVA DE LA COMUNIDAD LATINOAMERICANA DE NACIONES, y lo presente a discusión del Grupo Técnico de Trabajo, para que sea sometido a la consideración de los Cancilleres, y posteriormente de los Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río” y que “en coordinación con el Grupo Técnico continúe trabajando, en forma complementaria y convergente con los objetivos de la integración hacia una Comunidad Latinoamericana de Naciones” e diversas líneas de acción prioritarias.
En la ciudad de Quito, Ecuador, el Parlamento Latinoamericano entregó formalmente a los Coordinadores Nacionales y la Secretaría Pro Témpore del Grupo de Río, el proyecto de borrador del Acta de Intención Constitutiva de la Comunidad Latinoamericana de Naciones, documento que fue ampliamente analizado en reunión del Grupo Técnico de Trabajo del Grupo de Río que se realizó en la Sede Permanente del Parlatino, el 25 de abril de 1995. En aquella ocasión se llegó a una propuesta final de texto, que fue aprobado por unanimidad, para ser “sometido a conocimiento de los Cancilleres del Grupo de Río y a los demás trámites que correspondan”, según reza el Acta correspondiente.
Dicho documento fue entregado por una delegación especial del Parlatino, en la sesión inaugural de la XIV Reunión Ordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política del Grupo de Río, realizada en Quito, el 22 de mayo de 1995. Ese alto foro político, a través de un documento denominado “Declaración del Grupo de Río sobre el Proyecto de Acta de Intención Constitutiva de la Comunidad Latinoamericana de Naciones”, fechado el 23 de mayo de 1995, en una de sus partes manifestó: “Los señores Cancilleres del Grupo de Río acogieron con sumo interés el documento del Parlamento Latinoamericano y expresaron su decidido apoyo a la iniciativa y darán los pasos necesarios para su concreción”.
Los días 7 y 8 de marzo de 1997, los miembros de la Comisión Especial de Seguimiento al Proyecto de la Comunidad Latinoamericana de Naciones (CLAN), sostuvieron en Punta del Este (Uruguay) una trascendente reunión de reflexión política sobre la constitución de la CLAN con destacadas personalidades de notoria experiencia, trayectoria, conocimiento y profunda vocación integracionista. En la oportunidad, se elaboró un proyecto de resolución para organizar el funcionamiento de la Comunidad Latinoamericana de Naciones, reconociendo el hecho de su existencia como tal, a ser presentado a los presidentes latinoamericanos, por intermedio del Comité de Alto Nivel de las Cancillerías, creado el 5 de octubre de 1995.
Los días 4 y 5 de septiembre de 1998, se celebró en Panamá la XII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, en la cual, los presidentes, en su Declaración Final del 5 de setiembre, en el punto 4º resolvieron:
“Expresamos nuestra convicción de que los estrechos vínculos políticos y económicos existentes entre los países de la región, nuestra profunda identidad histórica y cultural, así como la cooperación y solidaridad que nos unen, constituyen un importante patrimonio común que nos permitirá avanzar hacia la consolidación de una Comunidad Latinoamericana de Naciones”.
Con ocasión de la IX Cumbre Iberoamericana, llevada a cabo en La Habana, Cuba, 15 y 16 de noviembre de 1999, el Parlamento Latinoamericano presento a los Jefes de Estado y de Gobierno, una propuesta para el avance de la constitución de la Comunidad Latinoamericana de Naciones.